Otra derrota más del decano Oruro Royal en una magra y opaca presentación

Otra derrota más del decano Oruro Royal en una magra y opaca presentación

Todos sabían que este nuevo torneo Simón Bolivar Nacional B no sería una simple contienda de juegos amistosos donde se improvise y se coma despreocupadamente papitas fritas al jugar el campeonato, Alguna gente inmersa en este campeonato (dirigentes, técnicos, jugadores, etc.) no se dieron cuenta que ésta sería una muy dura competencia donde todos los equipos tienen hambre y sed de gloria, con la obvia pretensión de querer conseguir “ALGO” en el certamen, como es el de ascender al mayor ente futbolístico liguero del país.

Para encarar exitosamente una competición como lo la Simón Bolivar Nacional B, ante todo primero se tiene que estar mentalizado para GANAR cada uno de  los partidos que se tenga por delante, ya sea jugando de local o visitante, y se debe planificar cuidadosamente cada encuentro de acuerdo al rival que se tenga al frente, cosa que obviamente no hizo el técnico Sergio Apaza, que al parecer se durmió en sus laureles, ya que su equipo volvió a caer en forma consecutiva, esta vez en la ciudad de Sucre, a manos del “Flamengo” (raro nombre para un equipo chuquisaqueño…..), un rival que no fue de ninguna manera superior ni mucho menos, pero que por lo menos tuvo la lucidez de hacer respetar la localía, imprimiéndole mas que todo ímpetu y garra a su accionar, para hacerse con el triunfo definitivo del encuentro.

El partido fue deslucido con juego magro y monótono expuesto por ambos equipos, apelando los royalistas más que todo por el juego fuerte y malintencionado, lo cual derivó en la expulsión del defensa Rito Mosquera. Flamengo tomó la iniciativa convirtiendo el gol de la apertura a los 36 minutos por intermedio de Rodríguez, quien, tras recibir un pase de Salaberry, resolvió con un remate potente de derecha. Oruro Royal  logró recién descontar por medio de Víctor Hugo Chávez en el segundo tiempo a los 50 minutos, con jugada rápida y bien hilvanada por el lado derecho, pero tres minutos mas tarde ante la ingenuidad defensiva del decano, combinado con la inexperiencia de la saga, permitieron que con un fuerte cabezazo Darío Robledo rompiera la igualdad para establecer el 2-1 final a favor del equipo “rubronegro”. Al decano le valió solo tres minutos la alegría del empate.

Es momento de analizar y evaluar imperiosamente el proceso Apaza hasta la fecha, el plantel royalista como tal, solo ha exhibido un juego mediocre y desordenado, donde no hay una conexión ni coordinación sólida entre todas sus líneas. Al decano le hace falta tomar decisiones urgentes AHORA, ya que luego puede ser demasiado tarde.